La final de la Champions fue un caos en París. La falta de seguridad obligó a retrasar el partido a pesar de que se habían desplegado más de 7.000 gendarmes. Los robos de carteras, e incluso de entradas para el encuentro deportivo finalizaron con la detención de más de un centenar de personas y el miedo de algunos aficionados.

El Jefe de Investigación de laSexta, Manu Marlasca, ha explicado que Sanit-Denis es "una zona donde el estado de derecho ha claudicado". El experto, que estuvo en las inmediaciones del estadio, ha indicado que "era sorprendente la poca policía que había desplegada, y la forma en la que estaba desplegada".

Marlasca ha indicado en Más Vale Tarde que pasó al estadio pronto, pero sí sufrió los problemas de seguridad a la salida del evento: "La UEFA puso los autobuses a dos kilómetros del campo a pie. Todos los aficionados tuvimos que hacer ese recorrido en una fila en la que éramos absolutamente vulnerables, éramos pasto de todos esos delincuentes que atravesaban las filas robando y dando tirones ante la insólita pasividad de la Policía", ha aseverado.

"Toda la ocurrencia que tuvieron es lanzar gases lacrimógenos que afectaron más a los aficionados que a los delincuentes", ha explicado. Así, Marlasca ha relatado cómo una persona que robó un bolso arrolló a su hijo: "Lo intentamos inmovilizar y salió corriendo". "Vimos cómo arrebataban de las manos bolsos, mochilas, como rompían los cristales de los coches...", ha añadido. Puedes escuchar su relato al completo en el vídeo principal de esta noticia.