Las tropas rusas mantienen aislada Mariúpol, que lleva desde principios de marzo sin agua, energía ni víveres. Desde esta ciudad costera ucraniana llegan escalofriantes imágenes, a vista de dron, de kilométricas colas del hambre.

Allí, bajo asedio prácticamente desde el inicio del guerra, los habitantes incluso se han visto obligados a deshacer hielo que se acumula en los tejados para poder beber agua. Ahora, guardan cola ante un antiguo centro comercial donde las tropas rusas están repartiendo ayuda, tras haber bloqueado su llegada.

Y es que Ucrania lleva denunciando desde hace semanas que no permiten la entrada de suministros humanitarios en una ciudad devastada, donde siguen atrapadas hasta 100.000 personas. Ahora, Moscú podría utilizar estas imágenes con fines propagandísticos.

Ante estas imágenes, la profesora de Ciencia Política Ruth Ferrero ha señalado en Más Vale Tarde que, cuando finalmente lleguen imágenes de la ciudad que no sean desde el aire, nos encontraremos con un panorama similar al de Varsovia después de la II Guerra Mundial, Vukovar tras la Guerra de los Balcanes, Alepo o Grozni.

Según ha explicado la experta, Rusia está poniendo en marcha "una táctica de desgaste, de aniquilación y de terror en una ciudad que es vital para sus objetivos geopolíticos", puesto que Mariúpol es "esencial para controlar el mar de Azov". "Quieren una rendición de las ciudades y la forma de conseguirlo es a través de la población civil", explica.