Los incendios que arrasan ya más de 70.000 hectáreas en España están dejando una secuencia que parece sacada de una película de terror, con escenas que perfectamente podría haber grabado Kubrick, pero que asustan incluso más porque son completamente reales.

El fuego arrasa el monte, llegando a viviendas, mientras los bomberos y forestales dan todo de sí de día y de noche y el viento cambiante no da tregua. Las imágenes aéreas revelan la enorme magnitud de la catástrofe y la cercanía de las llamas a poblaciones y carreteras.

Entretanto, el ganado peligra y los animales salvajes necesitan ayuda y los vecinos de las zonas afectadas se vuelcan con los operativos. Aun así, la cifra de hectáreas calcinadas en nuestro país no para de subir, y se aproxima al récord histórico.