El caso del pequeño de nueve años que vivió durante dos solo, sin adultos, ha sacudido a la sociedad francesa. Nadie en su entorno, ni en el colegio ni entre los vecinos, sospechaba de que el menor se las apañaba para sobrevivir a base de botes de conservas y dulces.

Cada 15 días, la madre del menor se pasaba por la vivienda con comida, latas y bollería, que el pequeño se administraba. Una situación que, pese a ser dramática, no llamó la atención de las personas que le rodeaban.

Tras analizar el caso en Más Vale Tarde, Gonzalo Miró ha reconocido que lo que más le llama la atención es la actitud de la madre. "Estaba viviendo a cinco kilómetros con el novio", ha recordado.

El colaborador ha reconocido que le parece que la actitud de la madre es "para echarse a temblar". Además, ha indicado que le parece que en este caso ha habido "mucha gente mirando para otro lado".