¿Emanciparse? Un reto

Gonzalo Bernardos alerta de que "el mercado del alquiler es un desastre"

El economista defiende que la situación real no es tan grave como reflejan los datos oficiales, pero reconoce que la emancipación juvenil sigue siendo un reto por el alto coste de la vivienda y las condiciones de acceso.

El economista critica las cifras del Consejo de la Juventud y afirma que, pese a las barreras y la escasa oferta, “la cuota hipotecaria es más baja que el alquiler en muchas capitales” y la compra puede ser una opción real para los jóvenes.

Emanciparse es cada vez más complicado para los jóvenes en España. La tasa de emancipación ha caído hasta el 15,2%, el nivel más bajo desde 2006, mientras que el alquiler de una vivienda ronda los 1.080 euros de media al mes. Según el Consejo de la Juventud, esto obliga a destinar más del 90% del salario para vivir de forma independiente, y comprar una casa resulta una meta casi inalcanzable, pues se necesitarían 14 años de sueldo íntegro para poder permitírselo.

Sin embargo, el economista Gonzalo Bernardos, profesor de la Universidad de Barcelona, pone en duda estas cifras. En su intervención en Más Vale Tarde ha calificado de "exagerados y distorsionados" los datos del Consejo y ha explicado que un joven que vive solo no necesita pisos de 70 u 80 metros cuadrados, sino que puede conformarse con unos 50 metros.

Según datos de 'Idealista', el precio por metro cuadrado en alquiler está en 13,5 euros, lo que supondría un coste de unos 675 euros mensuales. Además, si se descuenta el bono estatal de alquiler de 240 euros para jóvenes entre 18 y 35 años con ingresos limitados, el coste real sería de 425 euros, lo que representa un esfuerzo del 32,5% sobre un salario medio de 1.300 euros netos.

Gonzalo Bernardos ha destacado que el verdadero problema no está en este esfuerzo, sino en que muchas familias obreras no pueden acceder al bono de alquiler. Además, ha negado que en Cataluña haya habido una subida del 21% en el último año, ha señalado que el control de precios ha evitado incrementos tan fuertes, aunque ha provocado una drástica reducción de la oferta disponible. "Por cada vivienda que se pone en alquiler hay más de 100 interesados", ha afirmado.

Fuera de Cataluña, donde no hay control de precios, los alquileres han subido más, pero encontrar piso es algo más sencillo. No obstante, la exigencia de garantías —muchas veces apoyadas por las familias— sigue siendo una barrera para los jóvenes.

A pesar de estas dificultades, Gonzalo Bernardos ha apuntado a una tendencia positiva: "Muchísimos jóvenes están comprando vivienda, especialmente en la clase media baja, y en las 52 capitales de provincia españolas la cuota hipotecaria es más baja que el alquiler por una vivienda similar". Aunque el mercado del alquiler "es un desastre" y las medidas del Gobierno han empeorado la situación, la compra de vivienda se está convirtiendo en una alternativa real para muchos jóvenes que buscan independencia.