El 6 de Febrero de 2009, el juez Garzon abre una investigación por un supuesto caso de corrupción, cuyo epicentro es el Partido Popular. Los delitos que se les imputan a los presuntos implicados son blanqueo de capitales, fraude fiscal o cohecho, entre otros. Cuatro días después, el juez ya tiene 37 imputados.

El 12 de Febrero, Garzón envía a prisión a Francisco Correa, Pablo Crespo y Antoine Sánchez. Prosigue la investigación de la trama y, cada día, surgen nuevos nombres, algunos de ellos cargos públicos del PP.

El 19 de febrero se relaciona a Francisco Camps y sus trajes con la trama de corrupción y es tanta la tensión, que el juez tiene que ser ingresado en el hospital por una crisis de ansiedad. La investigación continúa y con los imputados Francisco Correa y Pablo Crespo en prisión, se observan movimientos de dinero en sus cuentas.

Garzón sospecha que los abogados de los acusados están colaborando con la trama. Es entonces cuando encarga las escuchas que acabaron con su carrera y que él justifica como "las medidas necesarias para prevenir la continuación de la trama". Pero sus argumentos fueron inútiles y los cabecillas de la 'trama Gürtel' se salieron con la suya.

Baltasar Garzón fué acusado de prevaricación y fue juzgado y expulsado de la carrera judicial. Incluso alguien le llegó a relacionar con la trama.

En esta investigación, Garzón ya puso el punto de mira sobre Luis Bárcenas. En la contabilidad de Francisco Correa aparecen unas inicales, L.B y un mote, 'Luis el cabrón'. Marcó hasta 22 indicios que apuntaban al extesorero. Pero el juez que continuó con la investigación apartó del caso a Bárcenas.

Ahora más que nunca, Garzón justifica las escuchas telefónicas que encargó y que le han costado 11 años de inhabilitación. Reiteró que se ajustaba a la Ley, aunque el Tribunal Supremo no lo entendió así.

El sustituto de Garzón al frente del caso, Pablo Ruz, ha solicitado a Estados Unidos y a Suiza más información sobre las cuentas que manejaba allí Bárcenas,  algo que ya había hecho Garzón con las cuentas de Correa y Crespo en el extranjero.