El pánico al coronavirus en China ha desatado duras medidas y confinamientos en la ciudad de Shanghái, tanto es así que se comenzó a separar a los niños contagiados de sus padres para llevarlos a salas comunes donde estaban todos hacinados.

Una medida tan polémica y tan estricta que ha provocado miles de quejas en el país, motivo por el cual el Gobierno ha rectificado y ha anunciado que no separará a los menores de sus progenitores.

Además, en esa ciudad también han desplegado numerosos robots y drones que patrullan las calles en busca de infractores y de personas que se están saltando la estricta cuarentena, que de momento es indefinida.

Cuando los funcionarios públicos se topan con alguno de estos infractores, utilizan gran violencia contra ellos. De hecho, en varias imágenes que circulan por las redes sociales se puede ver cómo apalizan a un joven por imcumplir las normas.