Víctor y Luis Javier son dos agentes de policía que montaban en bicicleta por la carretera de Colmenar Viejo disfrutando de su día libre. De repente, el comportamiento de una furgoneta blanca les llamó la atención.

"Por ese sexto sentido que tiene los policías nos percatamos de una furgoneta que hacía movimientos extraños y, al llegar a su altura, vimos que la puerta del copiloto se abría y una mujer salía disparada", relata uno de los policías.

Después, vieron cómo un hombre que había salido del asiento del conductor levantaba a la mujer y "trataba de introducirla a la fuerza en la furgoneta", explica el policía. Tras identificarse, preguntaron al hombre qué estaba ocurriendo, y a la mujer si necesitaba ayuda. "Esta loca está teniendo un ataque de ansiedad", respondió el hombre.

Los agentes pudieron ver que la mujer "tenía la cara ensangrentada y estaba llorando", cuentan. Entonces, se entrevistaron reservadamente con cada uno de ellos, siguiendo el protocolo.

Mientras les atendían, llamaron a los compañeros de la Guardia Civil, que fueron quienes se hicieron cargo del resto de la intervención.