El pasado 28 de mayo de 2017, en la carretera de Puerto Banús a Marbella, un vehículo de alta gama invade el carril contrario y colisiona brutalmente contra varios coches; al volante, un hombre de nacionalidad británica drogado y bebido. Son las nueve y media de la noche.

Todo empieza minutos antes, en la Avenida Lola Flores de Puerto Banús. Según fuentes policiales, el conductor de ese coche acaba de pelearse en la discoteca de al lado y parece que quiere zanjar la bronca a base de atropellos. Varias personas corren por la zona peatonal, pero el conductor parece ir intencionadamente a por los viandantes.

"Vi cómo la gente volaba por los aires", cuenta un testigo de la masacre. "Iba a por la gente, y vi a un hombre volando por los aires y cayendo a los arbustos", comenta otro. Justo después, choca con otro vehículo y vuelve para encararse con los peatones, pero cuando oye la sirena de la policía, escapa. En la huida golpea a alguien y se lo lleva por delante.

En el vídeo se puede ver cómo el herido, tras ser arrastrado, intenta levantarse, pero ni siquiera eso detiene al kamikaze. En este punto deja dos heridos y comienza una persecución de más de dos kilómetros que termina cuando invade el sentido contrario en mitad de su huida.

Esta colisión deja siete heridos más. En total, nueve personas con lesiones de distinta gravedad. No contento con ello, el británico intenta escapar, pero instantes después, un guardia civil procede a su detención a punta de pistola. El conductor, de 28 años en el momento de los hechos, se enfrenta ahora a una petición por parte de la Fiscalía de Marbella, de seis años de cárcel.