El buque oceanográfico Ángeles Alvariño halló hace unos días en el fondo marino dos pequeñas botellas de oxígeno pertenecientes a Tomás Gimeno. El jefe de investigación de laSexta, Manuel Marlasca, precisa que se trata de sendas botellas aproximadamente del tamaño de un spray de desodorante e incluso algo más pequeñas.

Se ha certificado que pertenecen a Gimeno, ya que la Guardia Civil incluso ha encontrado pruebas del pago que hizo por ellas el padre de Anna y Olivia.

El periodista explica que, en principio, este tipo de botellas se utilizan como equipos de emergencia, por ejemplo en helicópteros, para que, en caso de caer la aeronave al mar, da el tiempo justo al piloto para que, respirando directamente de ella, pueda subir a la superficie. En buceo, sin embargo, su uso es bastante poco frecuente.

En este caso, apunta Marlasca, "una de las hipótesis que maneja la Guardia Civil es que esas botellas las usó Tomás Gimeno para respirar ese oxígeno que le permitiese bajar hasta una profundidad suficiente donde ya fuese irreversible" y no pudiera volver a subir a la superficie.

En este sentido, el periodista recuerda que se cree que Gimeno llevaba un cinturón de buceo lastrado con ocho kilos en el momento de lanzarse al agua. "Con la ayuda de esas botellas, pudo descender muy profundo, hasta un punto en el que ya le fuese imposible volver aunque el instinto de supervivencia intentase sacarle hacia arriba. Esa es una de las hipótesis que maneja la Guardia Civil", resume.

El lugar del hallazgo

Las botellas en cuestión fueron encontradas en el rectángulo de unos 500 metros por 350 que el barco venía rastreando de forma intensiva durante los últimos días, que coincide con la zona de la última posición del móvil de Gimeno. "La GC está convencida de que ese es el lugar bueno donde pueden encontrar algún rastro de Tomás Gimeno", señala Marlasca, que añade que la búsqueda se va a centrar en los plomos que habría empleado para sumergirse hasta el fondo del mar.

Sin embargo, en estos momentos el barco está muy cerca del lugar donde se encontró el cuerpo sin vida de Olivia hace dos semanas. La razón es que en el lugar donde los investigadores creen que podría estar Gimeno ahora mismo hay un fuerte oleaje. Cuando la mar mejore, volverá a esa zona de búsqueda, ya que los investigadores "están absolutamente convencidos de que el hallazgo de esas botellas refuerza su teoría de que Tomas Gimeno, o lo que quede de él, está cerca", concluye Marlasca.