Hacinados en cayucos y en pateras: es el único camino que encuentran para llegar a suelo español. Pero el precio es alto, muy alto. Trabajan durante año, llegan incluso a empeñar las joyas familiares.

Las mafias no tiene compasión. Aprovechan la desesperación de las familias, pidiéndoles pagos casi imposibles para muchos de ellos. Desde 600 hasta 6000 euros llegan a pagar para terminar viajando en estas condiciones.

Algunos dejan a sus hijos solos justo en las puertas de las fronteras para que entren y alguien les recoja. Otros pagan por un viaje en cayuco. Si hablamos de Mauritania, el cruzar a las Canarias cuesta entre 600 y 3000 euros. Así, en una embarcación, sin garantías, muchas veces sin agua y sin comida porque hay que llevar carburante cruzando los dedos para llegar a la costa.

Pero si hablamos del Estrecho de Gibraltar, lo precios suben. Un viaje en patera desde las costas marroquíes hasta España puede hundir a una familia en la miseria absoluta. Si contamos que el sueldo medio de marruecos son unos 250 euros al mes, ahorrar 6.000 euros les puede llevar media vida.

Pero estas organizaciones siguen buscando nuevas opciones. Ahora usan las motos de agua y cobran lo mismo, pero les dejan a la deriva a cientos de metros de la costa. Todo para buscar un futuro que muchas veces acaba donde empieza, en el mar.