El jefe de Investigación de laSexta, Manuel Marlasca, ha otorgado datos de la desaparición de Anna y Olivia junto a Tomás Gimeno. Según ha explicado el periodista en una conexión desde Tenerife con Más Vale Tarde, la actuación de un grupo especializado de la Guardia Civil ha sido clave para dar con el cuerpo de la menor.

El Grupo de Apoyo técnico Operativo de la Guardia Civil, formado en su mayoría por ingenieros, consiguió precisar con un margen error de menos de un metro el lugar exacto en el que se ubicaba el teléfono de Tomás Gimeno en las últimas horas en las que estuvo activo.

Fue la clave para delimitar la zona de búsqueda del barco del Instituto Oceanográfico y lo que permitió el hallazgo de la botella de oxígeno y la sábana que, posteriormente, condujo al cuerpo sin vida de la menor.

"Sin el trabajo del GATO estaríamos absolutamente perdidos. Esta ambiciosa operación de búsqueda no habría sido posible hace cinco años, no solo por el sonar, sino también por ser capaces de posicionar el teléfono con un margen de error de menos de un metro", ha explicado Marlasca, ya que este grupo especial habría conseguido ubicar las diferentes posiciones del teléfono por horas.

Actualmente, el buque Ángeles Alvariño continúa las labores de búsqueda para dar, previsiblemente, con los cuerpos sin vida de la hermana menor, Anna, y Tomás Gimeno. Sin embargo, mientras esta mañana rastreaba los aledaños del punto en el que fue hallado el cadáver de Olivia, actualmente se ha alejado de la costa.

Manuel Marlasca ha precisado que mientras que el cuerpo de la hermana mayor fue lastrado por el ancla, "lo que piensa la Guardia Civil es que el lastre que utilizó para el cuerpo de Anna es esa botella de oxígeno que se encontró hace unos días".

Así lo ha explicado el jefe de Investigación de laSexta, Manuel Marlasca, que ha detallado la hipótesis en la que se centra la Guardia Civil. El padre de Anna y Olivia cargó los bultos y, tras adentrarse en el mar, volvió al puerto. No fue hasta más de cuatro horas después cuando su teléfono dejó de emitir señal.

Por ese motivo, encontrar su cadáver en caso de que se suicidara podría ser más difícil. Según ha explicado Marlasca, "la hipótesis de la Guardia Civil es que se lanzó en una zona próxima. La pista es el posicionamiento del teléfono. La Guardia Civil cree que cuando habla por última vez con Beatriz ya se ha deshecho de las niñas y es lo último que hace antes de lanzarse al agua lastrado con un cinturón de buceo. Así descendió los metros suficientes para que luego fuera incapaz de subir".