Vecinos del barrio de Batán, en Madrid, denuncian que ha aumentado la actividad delictiva de algunos de los menores no acompañados que residen en un centro de Casa de Campo. Un edificio que alberga a 66 jóvenes. Aseguran estar "asustados" y que en los últimos días "han atracado a bastante gente".
Algunos han comenzado a contactar por las redes sociales para visibilizar el problema, sobre todo después de la detención de nueve menores del centro que dieron una brutal paliza a un joven ecuatoriano por intentar evitar un robo a una anciana. "Estuve esquivando pedrazos y botellas, y me remataron con un ladrillo en la cabeza", cuenta a laSexta el afectado, que todavía presenta las brechas que le hicieron.
Los agresores fueron identificados y detenidos, pero se determinó que podrían tener entre 13 y 19 años y les dejaron volver al centro.
Pero ese no es el único suceso violento que ha ocurrido en la zona. Las cámaras de seguridad de un kiosko de la Casa de Campo revela cómo cuatro jóvenes que pasean a las a las cuatro de la madrugada fuerzan el cierre y roban algunas botellas de alcohol y algo de dinero.
La dueña del establecimiento asegura que la Policía sabe quiénes son: "Lo tienen clarísimo, son cuatro, no son todo el centro".
Ante la situación, la Policía ha reforzado su presencia en la zona tras los últimos robos y agresiones a vecinos, supuestamente cometidos por menores del centro.
"Se merecen una buena vida"
Los vecinos de Batán preparan una movilización para finales de este mes y piden que les trasladen a otro centro donde les "puedan dar la vida" la vida que creen que merecen, "una buena vida".
Quieren que el centro vuelva a ser lo que era, un albergue juvenil en medio de una zona verde declarada de interés cultural. La Comunidad de Madrid cambió este edificio de urgencia a principios del año pasado para dar un techo a más menores solos y cedió la gestión a una fundación privada en la que trabajan 87 personas.
La policía alerta de la situación
El Sindicato Unificado de Policía ha mostrado preocupación por esta situación. Explican que tres de cada cuatro menores detenidos en Madrid responden al perfil de extranjeros solos.
Aunque hay otro dato esperanzador: solo un 15 por ciento de los llamados menores no acompañados cometen delitos.