"Te voy a machacar. Se acabó ya... se acabó ya". Estos eran los gritos que se escuchaban en el momento posterior a los disparos en el barrio de Palma Palmilla, en Málaga. Seis personas armadas se alejaban del lugar de los hechos.

"Cuando los vi, le dije a mi mujer: 'Métete dentro y no saques ni la cabeza. Porque lo mismo el tiro va para el otro lado... y puede darle a cualquiera', ha explicado un vecino.

Y, desgraciadamente, así fue. Uno de los disparos, realizados desde un fusil de asalto AK-47, un kalashnikov, alcanzó a Mateo, un vecino de 74 años que se encontraba junto a su esposa en el salón de su casa, en un décimo piso.

Él escuchó los disparos y se acercó a la ventana a ver qué sucedía en el exterior. Entonces, un proyectil traspasó la moldura de aluminio, así como el cristal, y le alcanzó el pecho.

Mateo no tenía nada que ver con la presunta reyerta entre clanes que estaba teniendo lugar, principal hipótesis que baraja ahora la Policía Nacional.

"La investigación esta abierta. Podría ser un tema sentimental, porque fueron disparos al aire, por lo que no hubo tampoco un ataque directo entre clanes", ha apuntado Mariló Valencia, portavoz del Sindicato Unificado de Policía.

Los impactos pueden apreciarse en la fachada de la vivienda, situada en la calle Ebro del barrio Palma Palmilla, en Málaga. Los agentes han detenido a seis personas, aunque todavía se desconoce si alguno es el autor del disparo que acabó con la vida de Mateo.

Muchos vecinos se preguntan cómo podía ir armado con un fusil de asalto. "Estos grupos criminales han aumentado su fuerza. Hay poder adquisitivo y, lógicamente, el mercado negro siempre ha existido", ha señalado Valencia.

Los vecinos del barrio han afirmado sentir miedo ante este suceso, un hecho que han calificado de "muy grave". La Palmilla ha sido tradicionalmente uno de los mayores supermercados de droga de Málaga, aunque en en los últimos años ha sufrido una importante transformación.

En el viven unas 30.000 personas de más de 10 nacionalidades, y muchos han querido mostrar su rechazo por lo sucedido. Ellos han guardado, también, un minuto de silencio por Mateo.