Sergio Sáez Medina está en libertad desde el pasado 20 de diciembre de 2019. El hombre de 29 años fue detenido el pasado 14 de agosto por el asesinato de Miriam Vallejo, la joven de 25 que fue brutalmente apuñalada el 16 de enero de 2019 en un camino de la localidad madrileña de Meco.

A su salida de prisión, Sáez no dudaba en proclamar su inocencia, como ha hecho desde su detención. La Guardia Civil tardó ocho meses en dar con él, pero todos los indicios en su contra eran contundentes.

Se encontró sangre en su chaqueta y en su coche, y aquella noche, la del 16 de enero de 2019, Sergio aseguró haber estado jugando a la Play Station, aunque los investigadores descubrieron que durante diez minutos, justo en los que data la muerte de Miriam, él dejó de jugar. Su coartada quedaba así desmontada.

Tan solo un punto de la investigación une a acusación y defensa: posiblemente haya nuevas detenciones. Sergio es por ahora el único acusado, pero lo que no está confirmado es que el hombre actuara solo. De hecho, durante la instrucción se tomó declaración a un testigo que aseguraba haber oído a la víctima gritar: "¡Soltadme , dejadme!", lo que podría indicar que hubo más implicados.

Sergio y Miriam no se llevaban bien. No eran pareja, pero compartían casa con Celia Rosillo, la novia de Sergio y la mejor amiga de Miriam. Los tres vivían en un chalet de Villanueva de la Torre, Guadalajara, y fue a 500 metros de allí, en un camino de tierra, donde encontraron sin vida a Miriam.

Supuestamente, alguien la asaltó de noche mientras paseaba a sus perros. Aunque la agresión había sido tan violenta que todo apuntaba a alguien cercano. A la joven le habían asestado decenas de puñaladas.

Pero, ¿por qué esa brutalidad?, ¿qué buscaba su asesino?, ¿sabía Miriam algo de él? Unas incógnitas que, todavía casi un año después mantienen en vilo al entorno de Mimi. Su entorno quiere saber el por qué, y confían en que sea cuestión de tiempo que se levante el secreto de sumario.