El pasado 26 de febrero, Antonio Leal, de 56 años asesinó a tiros Esther Escobar, de 40, en Ciudad Linea, Madrid.

Una cámara captó a Leal esperando en la calle, antes de citarse con la víctima y matarla de un tiro en la cabeza. Las imágenes, que han quedado recogidas en el sumario del caso, muestran como el presunto asesino llevaba una bolsa con ropa, espera unos minutos y a las 12:57 aparece Esther, vistiendo una chaqueta roja.

En ese momento, se saludan con un beso y ella se marcha con su regalo, la bolsa que Antonio le entrega. Seis horas después, la misma cámara capta cómo el presunto asesino se marcha andando rápido mientras los testigos miran hacia el otro lado de la calle donde ha quedado el cadáver de Esther.

Fue asesinada cuando entraba en casa de sus hermanas. Ellas aseguran que "la cámara es una salvación", pues gracias a las imágenes "se pudo descubrir quién fue".

Aunque lo cierto es que siempre sospecharon de él. Estaba obsesionado con ella, quería que su relación, que había sido esporádica, se convirtiese en algo formal

En alguna ocasión, Antonio había amenazado a Esther e incluso ella le había llegado a catalogar de psicópata. Por eso, sus hermanas decidieron hacerle una foto un día que entró en la tienda de ropa que regentan.

Dos días antes de su muerte, Esther avisó a sus hermanas de que algo podía pasarles. Tal y como explica una de ellas, "estaba muy triste" y les dijo que se cuidasen.

Antonio Leal acabó entregándose cuatro días después en la comisaría de Albacete. Se veía acorralado y sabía que no tardaría en ser detenido.

En su vehículo, los agentes encontraron dos armas de fuego.

Tenía antecedentes por lesiones y por homicidio en 2008, cuando disparó en un bar dejando grave a un hombre. Por ello, fue condenado a 16 años de reclusión en un centro penitenciario. Ahora se enfrenta a un delito de asesinato.