Daniel Pool y Liam Pool aterrizaron en Málaga el 31 de marzo. Alquilaron un coche y se dirigieron a Estepona. Allí, tan sólo un día después, el 1 de abril, se les perdió la pista.

La voz de alarma la dio su familia, en Inglaterra, puesto que el 1 de abril fue el día que mantuvieron su última comunicación con el padre y el hijo.

La policía británica pidió colaboración, y en Málaga, la policía española registró la habitación de hotel en la que se hospedaban. No vieron nada revuelto ni ningún signo de violencia, y encontraron todas sus pertenencias. También estaban allí dentro los pasaportes, por lo que se descartaría la fuga voluntaria.

Por el momento se desconocen los motivos de la desaparición. Ahora, la policía, está indagando en su pasado y a qué se dedicaban en Inglaterra, que es donde residían.

La hipótesis inicial es que ambos acudieron a algún tipo de encuentro con alguien. También ha desaparecido el coche que alquilaron para desplazarse por la ciudad.

La investigación la lleva acabo la Unidad de Drogas y Crimen Organizado junto con la policía inglesa.