La sentencia que condena a Borja por la muerte de un ladrón, al que agredió cuando trataba de ayudar a una mujer a la que este estaba atracando, ha estado marcada por la polémica.

El Juzgado de lo Penal número 9 de Málaga le ha condenado a dos años de prisión por un delito de homicidio por imprudencia grave, así como a pagar 180.000 euros a la familia del atracador en concepto de responsabilidad civil.

La sentencia, de 22 páginas y que ha sido ratificada por la Audiencia Provincial de Málaga, considera que no hubo legítima defensa porque "no hubo agresión ilegítima" por parte del ladrón hacia el joven condenado.

Además, recoge que Borja no auxilió al delincuente tras golpearle, quedando este malherido en el suelo por un traumatismo craneoencefálico que sufrió al caer al suelo y que finalmente le causó la muerte.

En este sentido, el fallo recoge que "bien pudo el acusado haber acudido a otros medios menos gravosos en aras de reprimir el ilícito penal" y que "si el acusado en vez de decidir golpear a la víctima para recuperar el bolso hubiera decidido simplemente seguirla en espera de la llegada de la Policía, la muerte no se hubiera producido".

Sin embargo, y dado que la pena impuesta no supera los dos años, si Borja se compromete al pago de la indemnización, podría no tener que entrar en prisión, ya que no tiene antecedentes penales.