Yéremi Vargas tenía 7 años cuando desapareció en la localidad de Vecindario en marzo de 2007. La última vez que se vio al pequeño estaba jugando con una pala y un cubo cerca de su casa, donde ya no regresaría. El principal sospechoso de la desaparición es 'El Rubio', un hombre que fue condenado el asalto sexual en grado de tentativa a un niño de 8 años.

Marcos García Montes, abogado de la madre de Yéremi Vargas, explica que ahora van a aportar un testigo clave que puede descifrar finalmente este caso y hacer que se culpe al principal sospechoso.

Sin embargo, no se trata de un testigo nuevo, sino de una persona que en el año 2015, cuando tenía 14 años, declara ante la Guardia Civil y posteriormente ratifica su declaración en el juzgado.

Según explicó, como cada sábado, el joven fue a comprar un pollo para la familia y en su trayecto de ida ve al desaparecido jugando con el cubo. Pero al salir de la tienda, el niño ya no estaba y un coche casi le golpea mientras iba con su bicicleta. Es en ese momento cuando se gira y ve que el coche tiene una pegatina en la que se lee "tropical", la misma que tenía el coche de 'El Rubio'.

Pero el juez no creyó la declaración del joven porque consideró que creyó haber visto esta pegatina porque en 2015 había visto en Espejo Público la parte trasera del vehículo este elemento. Y es precisamente este detalle el que quiere desmontar la familia de Yéremi Vargas, puesto que según el abogado, "esta publicación de Antena 3 es de 2016", por lo que el testigo no había podido verlo en el momento de la declaración.

García Montes ha destacado que dentro de las pruebas aportadas con anterioridad está que el propio Rubio se coloca en el lugar donde fue visto Yéremi por última vez y que, en su versión, se refiere a un "niño azul, que es la única verdad que cuenta", a su juicio.

El letrado de la familia recalca que hasta ahora nadie ha prestado atención a este detalle "tan importante", pues Yéremi Vargas sufría cianosis desde que nació, como así consta en un informe del Hospital Materno Infantil de Las Palmas de Gran Canaria. Esta enfermedad hace que, en situaciones de estrés, las personas que la sufren se pongan de color azul, ha explicado el abogado, quien ha dicho que no cree que "haya muchos niños con cianosis".