El día 11 de marzo la policía se acercó a la vivienda donde habitaba la familia. Lo hizo después de que la abuela de los menores acudiese al cuartel de la Guardia Civil expresando su preocupación por la situación que vivían los pequeños e informando de que su hija podría tener intención de suicidarse.

Cuando agentes de la policía local se acercaron a la vivienda a conocer la situación no vieron nada extraño. "Se encontraron a María con una actitud cariñosa y no detectaron que hubiese riesgo para los menores", explica Javier Martínez, periodista de 'Las Provincias'.

Según considera Chus Romero, abogada especializada en derecho de familia, a partir de ahí, todo lo que rodea al caso es "un cúmulo de despropósitos". "Si es como figura en las imágenes difundidas de la vivienda, no reúne las condiciones mínimas como para que la policía diga que estaban en perfecto estado para que viviesen los menores con la familia", argumenta Romero.

En segundo lugar, explica que "Servicios Sociales no tiene tiempo material de intervención, con lo que hubiese sido mucho más rápido si se hubiese acudido a la Fiscalía de Menores, y hubiesen retirado a los menores inmediatamente".

Además, considera que "desde la escuela se debería de haber informado del absentismo escolar" de uno de los menores que llevaba sin acudir al colegio desde mediados de febrero. "No se tendría que haber conformado con que la madre le dijera que no iban al cole porque se trasladaban de municipio", apunta la abogada.