Antonio García es agente de la Policía Nacional. Estaba en su casa asomado a la venta cuando escuchó voces que decían: "Que no te quiero disparar".

A los pocos segundos vio al propietario de un establecimiento de alimentación que salía a la calle, y a continuación, un individuo que con un cuchillo de cocina intentaba apuñalarlo.

En ese momento, el agente gritó "aguanta, aguanta, que bajo", para tranquilizar a la víctima. Se cambió, bajó y ambos seguían enzarzados. "Me temí lo peor porque la víctima sangraba mucho por la cara", explica el policía.

Aprovechando el factor sorpresa se "abalanzó sobre el hombre que tenía un cuchillo", cuenta y consiguió reducirlo y retenerlo hasta que llegó un coche patrulla para llevárselo detenido.