El expapa y su mujer pretendían robar en la fortificada basílica de El Palmar. Nadie mejor que él conocía los secretos de la polémica iglesia. El papa llevaba 32 años viviendo dentro y así sabía que la mejor hora para colarse era a las 18:00, con todos en misa y que el muro es más fácil por la zona del huerto.

El templo está regentado por la orden de Los Carmelitas de la Santa Faz, que resiste al margen del Vaticano. Un lugar bañado en oro. Allí se intentaron colar y fueron pillados por el padre Silvestre, que forcejeó con ellos y pudieron ser detenidos.

Ahora un juzgado de Sevilla ha condenado a seis años de cárcel al expapa Gregorio XVIII de la Iglesia Católica Palmariana por un delito de tentativa de robo con violencia e intimidación y otros dos de lesiones, pero no ingresará en prisión al alcanzar un acuerdo la Fiscalía y la acusación particular.

El juzgado de lo Penal 10 de Sevilla ha condenado también a la esposa del autoproclamado expapa a cinco años de prisión por los mismos delitos y con la misma agravante de disfraz, y ha suspendido la pena durante otros cinco años después del acuerdo entre las partes.

También ha sido enjuiciado por un delito de lesiones un religioso palmariano, A.R.M.G., conocido como padre Silvestre, a quien el tribunal ha absuelto, en consonancia con lo que solicitaba el Ministerio Público, al aplicarle la eximente completa de legítima defensa.

El juez ha impuesto al expapa y a su esposa, una exmonja, la prohibición de acercarse a menos de 300 metros del templo de El Palmar de Troya (Sevilla) durante diez año, así como aproximarse a menos de 300 metros del padre Silvestre y de otro religioso, el padre Jesús María, durante nueve y siete años, respectivamente.

Los condenados deberán pagar solidariamente una indemnización de 5.604,80 euros al padre Silvestre y de 27.368,26 euros al padre Jesús María.

La suspensión de la condena está sujeta a que los dos condenados no cometan ningún delito durante los cinco próximos años, a que abonen la responsabilidad civil en un año como máximo y a que el expapa pague también una multa de 1.728 euros (864 días con una cuota de 2 euros diarios) y su esposa, otra de 1.440 (la misma cuota durante 720 días).