Este martes se cumple un mes de la búsqueda de las dos niñas desaparecidas de Tenerife, Anna y Olivia, y de su padre, Tomás Gimeno, sin que por el momento haya pistas claras sobre el paradero de los tres. Todo el caso es una incógnita, pero en Expediente Marlasca, el periodista Leo Álvarez y la criminóloga y abogada Beatriz de Vicente han analizado "tres zonas que conllevan tres grandes preguntas que se hace todo el mundo", que son a su vez las hipótesis de esta investigación.

El primer escenario es la casa de Tomás Gimeno, en Candelaria. "Allí está, según suponemos, unas dos horas. Y no sabemos qué sucede en la casa durante esas horas. Probablemente, ahí está la clave", ha apuntado Álvarez, a lo que De Vicente ha añadido que "hay una evidencia de testigos de que a las 19:30 horas estaba en compañía de sus hijas, y a las 21:30 horas está cargando los bultos en el barco". Saber qué ocurre entre esas dos horas es una de las grandes incógnitas de la investigación.

¿Es así pues la vivienda el escenario de un crimen? "Todavía no se ha determinado, ni siquiera si estuvieron allí hasta las 21:30 horas", ha señalado la criminóloga. La segunda gran sombra de este caso es la fuga por mar, una cuestión que plantea serias dudas a todo el mundo: ¿es posible que Tomás Gimeno tuviera apoyo? ¿Que pudiera irse a Sudamérica o a África? "Sabemos, según el portavoz de la familia, que se había llevado una importante cantidad de dinero", ha destacado Álvarez.

"Sería un indicio más que positivo. Es improbable, pero no imposible", ha explicado De Vicente, que ha ahondado en esta cuestión: "Supondría que, o bien tenía anclada alguna nave esperándole, o tenía un cómplice, y por tanto dejó como señuelo la barca vacía e incluso con la sillita del niño". La abogada ha precisado que "es una probabilidad que se sigue investigando". Falta por analizar así la tercera 'gran sombra' de este caso que trae de cabeza a investigadores y a la familia.

¿Podrían estar escondidos Tomás y las niñas en la propia isla? "Podrían estarlo. Recordemos que el Lute', famoso criminal español del siglo pasado, estuvo escondido en las cloacas mucho tiempo, y se le buscaba hasta en el extranjero", ha planteado De Vicente, advirtiendo de que "sería posible, pero también improbable". ¿La razón? "Hay que tener en cuenta la logística de una niña de un año: comprar pañales, comida para la pequeña... Incluso, en este escenario, supondría aceptar la posibilidad de una complicidad", ha añadido la criminóloga.