Samuel fue asesinado a golpes la madrugada del pasado sábado en el Paseo Marítimo de A Coruña. Iba andando por junto a su amiga Lina y mientras realizaban una videollamada a otra amiga, Vanesa.

La Policía está recogiendo los testimoniosde quienes estaban alrededor del joven asesinado, así como procediendo al visionado de las grabaciones de diversas cámaras de seguridad de la zona. Los agentes estiman que participaron entre cinco y diez personas y, aunque no descartan ninguna hipótesis, aún no pueden probar que se trate de un crimen homófobo.

La abogada Beatriz de Vicente, en cambio, ha explicado por qué no puede ser considerado una "riña tumultuaria": "En ella se atacan todos a todos, pero no es el caso, es una agresión en grupo". Sin embargo, puede ser difícil demostrar que ha sido homófoba.

Según han expresado los jóvenes que le acompañaban, hacían planes para los próximos días, se reían y le enseñaban cómo estaba el paseo marítimo de A Coruña a esas horas. "Entonces vienen unos chicos y le dicen 'para de grabar o te mato, maricón', les dijimos que no estábamos grabando y Samuel solo le dijo '¿maricón de qué?'", ha explicado Vanesa.

Tras ello, un grupo de siete personas comenzaron a propinarle patadas, puñetazos y golpes por todas partes. "Le decían: 'te vas a morir maricón de mierda, yo no tengo nada que perder'", ha expresado su amiga Lina.

Un joven logró sacar a Samuel del tumulto. Así, pudo salir corriendo, pero sus agresores le alcanzaron más adelante. "Cuando vi que mucha gente corría fui hacía allí, pidiendo auxilio, cuando llegué estaba en el suelo y un hombre intentaba ayudarle", ha explicado la joven que le acompañaba.

Los servicios de emergencia consiguieron reanimar a Samuel y trasladarlo al hospital, pero finalmente falleció. "Esto es una agresión homófoba. Queremos que se haga justicia", ha reivindicado uno de sus amigos.

La Policía está revisando todas las imágenes de las cámaras de seguridad de la zona y han tomado declaración a los testigos.

Samuel tenía 24 años, trabajaba como auxiliar de enfermería en una residencia de ancianos. Era pacífico, alegre y le gustaba ayudar a los demás. Sandra, que le define "como un hermano", asegura que "siempre cuidaba de todos", y que aún no se creen lo que le ha pasado.

El padre de Samuel ha dejado una carta en el lugar donde asesinaron a su hijo en la que pide que algo tan horrible no vuelva a suceder. "Era un niño que nunca nos dio un problema, que nunca se metió en peleas. Solo pido que en las manifestaciones de hoy no haya banderas que quiten a los políticos", ha expresado.