Ángel García Vidal es el responsable del Colegio de Ingenieros de Málaga y durante el rescate de Julen en el pozo de Totalán, ha sido el encargado de coordinar las labores de trabajo.

Durante una entrevista telefónica en el programa ha relatado cómo vivió la madrugada en la que se encontró el cuerpo sin vida del pequeño Julen. En el momento se encontraba con parte del equipo técnico, "a unos 50 o 60 metros".

Asegura que lo vivieron "con mucha tristeza". Para los retratistas, "fue un buen un mazazo. Teníamos un hilo de esperanza que era con el que habíamos trabajado durante todo este tiempo", explica.

Además, Ángel también fue quien atendía a los medios e iba contando todos los contratiempos que se iban dando. También tenía que animar a la gente: "Había que estar dando ánimos permanentemente, a pesar de que cada uno trabajaba con una motivación increíble". "El compañerismo era impresionante", asegura el ingeniero

También ha afirmado que se hizo todo lo que se podía hacer. Y ha explicado lo que se habría tardado en hacer esa obra en condiciones normales: "Una obra de estas dimensiones se hace con unos estudios precios que llevan un tiempo: estudios de dibujo técnico, cartografía y topografía detalladas. Esos datos hay que volcarlos, estudiarlos". En definitiva "muchos meses de trabajo", que se han llevado a cabo en tan sólo unos días, para rescatar a Julen del pozo.