En Málaga, bajo una cuadra de caballos, aparentemente normal, se encontraba oculta la primera fábrica de tabaco ilegal subterránea de Europa, desmantelada por la Guardia Civil. Una infraestructura clandestina capaz de producir 3.500 cigarrillos cada hora.

Después de 20 horas de registro, los agentes han hallado, bajo un contenedor de barco, una entrada a la instalación, ubicada a cuatro metros de profundidad.

En ella, la organización criminal llevaba a cabo el proceso de elaboración. Primero, picando el tabaco para después sellar los cigarrillos ilegales, que terminaban en una bandeja.

Finalmente, se creaban las cajetillas, de las que un total de 153.000 han sido incautadas por la Guardia Civil. La fábrica ilegal generaba unos beneficios de, aproximadamente, seis millones de euros al mes.