Buscan a la niña desde el aire, en helicóptero, y en las aguas. Un equipo de buzos ha rastreado un río y varios estanques próximos al lugar de la desaparición, pero no tienen ninguna pista. Perdido su rastro, la hipótesis del secuestro cobra fuerza y dos pistas lo avalan. El olor de la niña, que los perros detectaron el párking de la sala de fiestas y la detención de un sospechoso que mostró contradicciones en su declaración