La Unidad Central de Ciberdelincuencia ha desmontado en la denominada 'operación cable' una organización criminal dedicada a la estafa de restaurantes y comercios a los que amenazaban con cortar la luz en horas puntas si no pagaban en el acto.

Según ha explicado la inspectora Beatriz López en Más Vale Tarde, los estafadores "disponían de una información previa sobre qué restaurantes o establecimientos podían ser mejores para poder perfeccionar la estafa". El grupo estaba perfectamente preparado y conocía con que distribuidores y con qué compañías trabajaban sus víctimas.

"Cualquier local estaba expuesto a esta estafa porque los delincuentes identificaban a restaurantes que pudieran ser potenciales víctimas, que tuvieran una afluencia grande de gente y así aprovechar ese momento para intentar llevar a cabo su estafa", ha destacado la inspectora, que ha proseguido explicado que: "los estafadores aprovechaban ese impase en que los establecimientos estaban más llenos y se aproximaba el fin de semana y amenazaban con cortar el suministro hasta el lunes así que aprovechaban el poco margen de reacción que podían tener los empresarios para corroborar si la información era buena o no".

Tres niveles de responsabilidad

La banda, según ha señalado López estaba formada 20 personas que cuentan "con antecedentes" y estaban divididos en tres niveles de responsabilidad: en el primero estaban los encargados de comprar móviles prepago a nombre de personas de fuera de la banda.

En el segundo los que localizaban a gente que a cambio de un porcentaje les cedían sus cuentas para recepcionar el dinero mientras que en el tercero, se encontraban los que extraían las cantidades a las víctimas.

Con este sistema, ha señalado López, los estafadores "iban por provincias y así han estado tocando prácticamente toda España durante varios meses".

La Policia Nacional detectó que estas operaciones se repetían en Mérida y eso les llevó hasta los estafadores, que operaban desde Parla y Cienpozuelos, en Madrid, donde se practicaron seis registros domiciliarios.

Ante cualquier llamada parecida, la Policía recomienda colgar y llamar a su compañía eléctrica.