La última operación de la Guardia Civil en Cádiz contra un grupo de traficantes se ha saldado con 23 detenidos. La red de traficantes estaban ganando demasiado poder en el mercado de la marihuana y tenían tanta clientela que no daban abasto con sus plantaciones.

Así que compraban por adelantado a otros cultivadores y aumentaban sus beneficios, vendiendo al que estuviera dispuesto a pagar más. En total, se les ha intervenido 460 kilos, en sacos envasados al vacío, pero esto es solo una pequeña parte.

El mejor postor, el que más pagaba por la droga, estaba en Polonia, donde el precio se puede triplicar. Pero también en Galicia donde hay mucha demanda pero no hay prácticamente producción, como explica Manuel González, portavoz Comandancia Guardia Civil de Cádiz.

Además, se preocupaban de que su marihuana fuera imbatible, de excelente calidad, medicándola genéticamente. Los que la cultivaban se encargaban de que diese mucho rendimiento y hacían que tuviese un alto contenido en THC, con mayor poder aditivo.

Una vez envasada, se transportaba por carretera, siempre con uno coches lanzadera por delante para detectar la presencia policial. En dos ocasiones tuvieron que salir huyendo de los guardias civiles protagonizando peligrosas persecuciones.

En los registros se les ha intervenido armas de fuego real, entre las que hay un subfusil y más de 1.000 cartuchos. Se ha detenido a 23, casi todos españoles, salvo algún marroquí y un ciudadano polaco que les hacía de enlace.