La Policía española ha hecho jaque al rey de la distribución de medicamentos ilegales. A sus 38 años, sus fármacos se vendían por todo el mundo, siendo la pandemia de coronavirus su último resquicio para sacar dinero.

Roberto Fernández Alonso, inspector jefe de la Policía Nacional, nos cuenta detalles sobre Lutz, vinculado a las principales empresas de envío de medicamentos ilegales a nivel mundial.

Ha sido la Policía quien le ha puesto cara a este amante del lujo y los excesos. Una de sus pasiones es jugar al polo subido en un hoverboard con manillar; también tiene un Rolex para cada día de la semana y una flota de coches de lujo en su casa de Singapur.

Desde allí controlaba cada movimiento de su organización... sin sospechar que la Policía Nacional le seguía la pista de cerca. El destino del alemán se cruzó con los agentes españoles en 2018, cuando se desarticuló una organización dedicada a la venta ilegal de fármacos.

Se registraron los domicilios de 25 detenidos, recabando una serie de pistas que les llevaron hasta Lutz. Entre fiesta y fiesta, mandaba los medicamentos, fabricados en India, a través del correo ordinario.

Sus grandes aliadas eran las farmacias online, que le permitían contactar con más de 6.000 clientes. En España, su producto estrella era la viagra. En Estados Unidos, era el Tramadol, un opiáceo "muy potente" que precisa de receta médica.

Su último 'golpe' fue la venta de un supuesto tratamiento contra la COVID-19. Los pagos se hacían en la 'dark web', pero la Policía le siguió también ahí y, una vez localizado, no pudo escapar.