Ana Julia Quezada fue detenida el 11 de marzo de 2018 acusada del asesinato de Gabriel Cruz en Vícar, en Almería.

Los agentes de la Policía la arrestaron con el cuerpo de Gabriel en el maletero de su coche cuando llevaban 12 días buscando al pequeño.

El 27 de febrero el pequeño Gabriel desapareció en el camino de a penas 100 metros que unía la casa de su abuela con la de sus primos. Había salido alrededor de las cuatro de la tarde y solo diez minutos después lo hizo Ana Julia, la entonces pareja del padre del niño.

Según la declaración de Ana Julia, se encontró al pequeño en el camino y le propuso ir a pintar a la finca donde acabó con su vida.

Durante la declaración, aseguró que el pequeño llevaba un hacha y que para defenderse del menor le puso las manos en la boca y nariz para hacerle callar, "Cuando le quité las manos, ya no respiraba" declaró Ana Julia.

Su declaración coincide con la autopsia. Según el informe, Gabriel murió el mimos día de su desaparición por asfixia y presentaba varios golpes en la cabeza.

Luego, enterró al pequeño en un agujero hecho por ella misma en la finca de Rodalquiliar y el cuerpo sin vida de Gabriel permaneció allí hasta el 11 de marzo, día en el que la Policía detuvo a Ana Julia y encontró el cuerpo en el maletero de su coche.

Dos días después de su detención, Ana Julia confesó haber acabado con la vida del pequeño.

Desde entonces se encuentra en prisión en espera de juicio y la Fiscalía pide para ella prisión permanente revisable.