María Sevilla, presidenta de la asociación por los derechos de los niños Infancia Libre, tuvo a su hijo secuestrado durante dos años. Durante todo ese tiempo no permitió a Rafael, el padre del pequeño Samuel, visitarle. Tampoco asistía al colegio ni veía la luz del sol más de 25 minutos diarios. Ahora, el menor se encuentra con su padre, quien asegura que el pequeño "está feliz, y es muy abierto y muy cariñoso con todo el mundo".

Mientras se destapan más detalles de la investigación, Beatriz de Vicente, criminóloga y abogada, explica en el programa de qué tipo de delitos podría ser acusada María Sevilla: "Sustracción de menores por no entregar al niño, a pesar de existir una orden judicial; desobediencia; detención ilegal, por tener a Samuel y su hermana encerrados en la vivienda; delito contra la integridad moral por el trato que ha recibido; delito de lesiones: e incumplimiento de los deberes de la patria potestad por no llevarles al colegio". Se trata de un catálogo "muy interesante", señala la experta, al que se sumarían denuncias falsas por abusos sexuales interpuestas por la madre hacia el padre.

A raíz de la instrucción irán apareciendo indicios de la comisión de estos posibles delitos y "se expondrá incluso a la retirada de la patria potestad por el trato que ha dado al menor", explica de Vicente.

Además, el cuadro psicológico de la mujer será determinante. Para la abogada, todo apunta a que presenta un "delirio religioso" y una "fachada compensatoria", comenta, incidiendo así en la personalidad de la madre: "la experta en protección a la infancia que luego da un trato semejante a sus hijos".