Cada vez somos más conscientes de la necesidad de cuidar nuestra piel en verano y protegerla de los efectos nocivos de los rayos del sol, pero no siempre lo hacemos correctamente. Más Vale Tarde ha consultado con la dermatóloga Ana Molina cuál es la manera correcta de utilizar las cremas solares y el resto de elementos imprescindibles para no acabar quemados.

Entre las dudas más frecuentes suele estar la de si podernos reutilizar la crema del año pasado. Explica la experta que es muy importante entender que todas las cremas tienen dos fechas de caducidad: la original, cuando el producto está sin abrir, y otra para cuando se ha abierto ya la crema. Esta fecha suele ser un periodo de meses, por lo que si están abiertos, caducarán antes y probablemente no podamos usarlos de un año para otro.

También hay dudas sobre qué significa un factor u otro. Lo cierto es que el factor de protección lo que hace es prolongar la protección frente al sol. Por ejemplo, si nuestra piel es muy blanca y tardamos 10 minutos en quemarnos al sol, usando protección de factor 30 tardaremos 300 minutos.

Además, esta protección habría que renovarla cada dos horas, y para que esto no sea un engorro hay soluciones muy prácticas, como la bruma, que puede usarse incluso encima del maquillaje, o los polvos o texturas ultraligeras que no son pegajosas. También es recomendable ponerla cinco o diez minutos antes de la exposición al sol.

Por otro lado, para la cara se recomienda emplear fórmulas "de amplio espectro", que protegen contra la radiación ultravioleta B, frente a ultravioleta A, frente a la radiación infrarroja y también la luz visible.

En el caso de que nos vayamos a bañar o a hacer deportes acuáticos, lo aconsejable es usar protectores en barra, ya que suelen ser los más resistentes al agua, y llevar camisetas con protección solar. Los gorros y las gafas de sol que protejan de los rayos ultravioleta también son complementos imprescindibles de cara al verano.

Y para después de la exposición solar lo mejor, comenta la experta, es apostar por productos que tengan sustancias calmantes como el aloe vera, que sean muy hidratantes, aplicarlos fresquitos e intentar que tengan antioxidantes que nos ayudan a reparar el daño que el sol hace en nuestra piel.