Déborah García, divulgadora científica, ha apelado a la importancia de respetar la distancia durante la fase 1 que ha comenzado hoy en muchos puntos de país. "Fase 1 quiere decir que si enfermamos tendremos una cama de UCI en la que intentarán salvarnos la vida, no que esto se haya acabado", ha explicado.

Sobre los lugares que anuncian estar desinfectados con ozono o luz ultravioleta, la experta ha advertido: "Todo esto o es un peligro o es una estafa".

"Un peligro porque el ozono lo utilizamos en el laboratorio, es una sustancia muy oxidante y desde el punto de vista químico sí que podría destruir al coronavirus pero, ¿en qué dosis? Cuando lo usamos en el laboratorio lo aplica un profesional y se desaloja el laboratorio. Después tiene que entrar con un EPI y un medidor para ver qué cantidad ha quedado en el ambiente, porque es muy tóxico", ha explicado la experta.

"Los profesionales pueden ser un peligro y los que se venden en el punto de vista doméstico sol filtradores de partículas y, aunque emitan una cantidad de ozono, no es significativa. De hecho, no lo recomiendan desde el Minsiterio de Sanidad", ha insistido.

Lo mismo ocurre, ha dicho, con la radiación ultravioleta: "La C, que es la más energética de todas es potencialmente cancerígena y muy peligrosa. Se usa en el laboratorio para esterilizar, peor no la podemos utilizar en un establecimiento".

El motivo, ha dicho, es que "nos puede causar ceguera, quemaduras en la piel o un cáncer". Sin embargo, aquellas domésticas no tienen suficiente energía para acabar con el coronavirus: "Por ejemplo, las que se usan para uñas son un ultravioleta A, no tienen suficiente energía para acabar con el coronavirus".