Felipe Turover, de 56 años, alquiló a Eladio y María una habitación en su casa de Villaviciosa de Odón, en Madrid, hace un año. Ahora, este inquilino, que presuntamente es un exagente del KGB ruso, lleva meses sin pagar y se niega a irse.

En un primer momento, el hombre pagaba religiosamente el alquiler, pero en estos momentos acumula una deuda de más de 3.000 euros. El matrimonio solo sabe de él que supuestamente es un exespía que a finales de los años 90 estuvo involucrado en el ascenso de Vladímir Putin a la Presidencia de Rusia.

Hace dos días, Turover se comprometió a irse, pero cuando debía hacerlo se escuchó un golpe en su habitación y Emergencias acabó sacándole de la casa tras sufrir un supuesto accidente. Regresó horas después y solo ha abandonado su cuarto para recibir un paquete de tabaco que le trajo un taxista y que pagó con tarjeta.

Eladio y María han interpuesto una denuncia por la vía penal y pedido una orden de alejamiento, así como el desalojo de la vivienda, pero la jueza lo ha desestimado, asegurando que no hay indicios de infracción penal y que no cree que corran peligro. De momento, por la vía administrativa tampoco han conseguido una solución.

El matrimonio afirma que les presentó justificantes falsos

En declaraciones a Más Vale Tarde, María afirma que saben del pasado de su inquilino por 'El País' y una corresponsal británica que escribió un libro en el que le describe como exagente del KGB.

Su marido, Eladio, relata que Turover sostiene que ha pagado e incluso les ha presentado justificantes bancarios, pero, tras acudir al banco y a la Guardia Civil, "resulta que esos dos justificantes son falsos". "Este señor ha sido extremadamente amable con nosotros, ha sido muy atento, hasta que dejó de serlo", resalta Eladio.

"Le he llamado esta mañana a la puerta, se ha puesto muy mal", afirma por su parte María, que teme "despertar la furia en él". "Ayer me destrozó el baño", afirma María, que agrega: "Tengo miedo".