El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, ha reconocido que la imposición del Certificado COVID-19 para acceder a interiores de la hostelería en su comunidad es "discriminatorio", pero ha matizado que también es asequible.

Revilla, en Más Vale Tarde, ha asegurado que "naturalmente" es discriminatorio no dejar entrar a bares y restaurantes a gente sin vacunar o sin un test de antígenos, pero no son especialmente caros. Además, ha señalado, el 60% de los cántabros cuentan con la pauta completa que permite conseguir el pasaporte.

"Hoy con siete euros puede hacerse una prueba de antígenos y, si le da negativo, poder entrar a un restaurante", ha afirmado el presidente de Cantabria. "Está al alcance de la mayoría de las personas".

Con todo, Revilla ha reconocido que el Tribunal Superior de Justicia de Cantabria podría tumbar la medida, si consideran que no es legal. "Mañana puede que volvamos a una situación en la que puede haber libertad de entrar a los locales cerrados", ha apuntado.