El escritor y amigo de Joaquín Sabina Benjamín Prado ha explicado cómo se encuentra el cantante tras su caída en el WiZink Center en pleno concierto con Joan Manuel Serrat.

"Hay buenas noticias, hubo un concierto de Sabina y Serrat y Serrat salió ileso", ha bromeado el escritor antes de asegurar que Sabina está bien: "Tiene una triple fractura en el hombro y le han extraído un hematoma, pero está bien".

Han sido su mujer e hijas quienes han visto por primera vez al cantante tras la intervención, según ha explicado Prado. "Lo primero que ha hecho al despestarse de una operación ha sido pedir un cigarrito: "'yo quiero fumar', ha dicho".

Así, el escritor ha dicho que esto servirá como experiencia para saber "lo cerca que estamos de la catástrofe": "Joaquín quería seguir el concierto, fueron los médicos los que le dijeron que estaba en un estado de euforia propia de quien está ante 15.000 personas actuando, 'pero no estás en condiciones de seguir'".

Tras toda la noche sin adversidades, ha sido por la mañana cuando el cantante ha sentido un fuerte dolor de cabeza que ha desencadenado con las pruebas pertinentes y el posterior diagnóstico que le ha conducido hasta quirófano: tenía una hemorragia cerebral.

Todo ocurrió cuando Sabina y Serrat llevaban tan solo media hora de actuación en el Wizink Center de Madrid. Fue entonces cuando el artista "pasó entre los dos telepronter, un foco le deslumbró y cayó" en el foso de seguridad que separa el escenario de la primera fila de asistentes, tal y como ha explicado Prado.

Además, el escritor ha querido aclarar que el fuerte estruendo que sonó con la caída no fue el del propio cuerpo de Sabina: "Se habría desintegrado", ha añadido, asegurando que fue el micrófono. "El micrófono está destruido como si hubiera sido atropellado por un tractor. Ese fue el sonido, porque con el micrófono se defendió", ha explicado Prado.

"Fue por querer acercarse más a su público. Me extraña que en un concierto de esta categoría y en un lugar como el WiZink un artista pueda caer al vacío", ha espetado el escritor, que ha asegurado que "algo se está haciendo mal para que Joaquín Sabina se haya despeñado dos metros".