El pasado 10 de septiembre, el Ayuntamiento de Jumilla dejó caducar el plazo para recurrir ante el Supremo la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Murcia (TSJM), que anuló el plan parcial de la macrourbanización Santa Ana del Monte Jumilla-Golf.
Ahora Pascual puede respirar más tranquilo, ya que sus 30 hectáreas de tierra, donde lleva pastando con sus ovejas desde hace 50 años, no serán expropiadas como pretendió el ayuntamiento en un principio.
Pero aun así, afirma que su batalla “todavía no está ganada, pero espero que el ayuntamiento y la promotora me dejen en paz con mis tierras”.
Después de ocho años de lucha y 30.000 euros invertidos en el proceso, Pascual reconoce que ha tenido que pedir prestado a los bancos para poder recurrir ante el TSJM.
“Mi lucha ha sido contra el ayuntamiento porque querían construir el campo de golf y la urbanización en mis tierras. Yo nunca jamás me he planteado vender mis tierras”, señala Carrión.