Pablo Simón, politólogo y profesor en la Universidad Carlos III de Madrid, explica que, tal y como adelantaba el CIS, la movilización para ir a votar el próximo 28A va a ser parecida a la que tuvimos en las elecciones de 2015 y no a las de 2016. "Tiene sentido que crezca alago la participación por el contexto de polarización en el que estamos", apunta.

Sobre el debate electoral organizado en Atresmedia, Pedro Simón considera que Pedro Sánchez "está siendo astuto señalando que quien ha puesto el veto es Ciudadanos y no el PSOE a un posible acuerdo", señala.

La estrategia del partido que lidera Sánchez es la de "atrápalo todo", explica Simón. "Está comenzando a crecer en el centro, con votos que se desplazan de Ciudadanos hacia el PSOE", cuenta el politólogo y añade que se debe a que "en las últimas encuestas, la mitad de los electores de Ciudadanos prefieren un pacto con PSOE que con Ciudadanos".

En cuanto a la posición de Ciudadanos, Simón cuenta que Ciudadanos es el partido que más oscilaciones está teniendo en la intención de voto: "No ha dejado de perder fuerza desde que comenzó la campaña". Por ello, considera que "es lógico que Rivera supiera que se estaba jugando todo en este debate a dos vueltas".

Respecto a Unidas Podemos, el profesor sostiene que Pablo Iglesias "sabe que una estrategia inteligente es ofrecerse de manera voluntaria como el aliado junior de una coalición con el PSOE y que sirve como una suerte de perro guardián para asegurar que el partido no se desvié a pactar con Ciudadanos".

En el otro bloque, el de derecha, ataques cruzados para señalizar cuál es el más potente en la discusión contra Pedro Sánchez y a la vez, para ver quién es el más solvente. "La indecisión y fragmentación está en la derecha, algo que estaba a la inversa en el año 2015", indica Simón.

¿Quién gana un debate electoral?

Para Pablo Simón, quien lo coloca mejor el mensaje para su electorado es el que gana el debate. Por eso, los candidatos deben dirigir su mensaje al 'target' que quieren atraer, y hablar de cosas que pueden conectar con ciertos públicos, aunque en el debate pasen desapercibidos, como por ejemplo la transición energética o la división del campo y la ciudad.