María Jesús Montero, portavoz del Gobierno y ministra de Hacienda, ha anunciado que el Ejecutivo empezará a derogar la reforma laboral por partes, una decisión que Miren Etxezarreta, catedrática emérita de Economía de la Universidad de Barcelona, considera "muy preocupante".

"Me parece que eso de ir a reformar aspectos parciales de la reforma laboral, que tanto daño está haciendo a las familias y a los trabajadores de este país, es volverse atrás en muchas propuestas que había habido en el pasado", ha destacado en Más Vale Tarde.

La economista ha señalado que, si bien hay "algunas cosas se puedan derogar inmediatamente, como el tema de que se pueda despedir a la gente por una baja, como están haciéndolo ahora y como es legal en este momento", no derogarla en su totalidad es un error.

"Yo creo que eso de empezar a trocitos es un mal signo de que no están muy dispuestos a llegar a las últimas consecuencias", ha indicado.

En esta línea, Etxezarreta ha criticado que, desde el Gobierno, hayan decidido "empezar a poner trozos de arreglos porque, en el fondo, no se atreven a enfrentarse a unos empresarios que están crecidos".

Una reforma "resquebrajada"

Una de las razones por las que la economista defiende la derogación de la reforma laboral es que, a su juicio, "no tiene ningún aspecto positivo". Pues, "no ha hecho nada más que deteriorar el mercado de trabajo".

"Aunque el PP dice que se han creado muchísimos empleos, que es verdad, se trata de empleos enormemente precarios y con salarios muy disminuidos", ha señalado. En este sentido, "habría que buscar un nuevo Estatuto de los Trabajadores o una nueva ley".

"Me preocupa mucho esto de que empiecen a trocitos porque, cuando un edificio está muy resquebrajado, y la reforma laboral está resquebrajada, no se debe tratar de mejorarlo", ha explicado.

La prueba de esto es, según la economista, "que los empresarios están empeñados en que no se reforme". "Piensen que el presidente de la CEOE sigue insistiendo en que derogación de la reforma laboral no", ha destacado.

"Les venía muy bien el tipo de reforma laboral y ahora no quieren ceder un ápice en aquellas cosas importantes", ha concluido.