María Blasco, directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), ha explicado en Más Vale Tarde la importancia de los telómeros, unas estructuras que protegen los cromosomas, en la esperanza de vida de los seres humanos, pero también de otras especies.

"No sabíamos si esto era algo universal", ha expresado, aunque ha reconocido que con el reciente trabajo ha ratificado que "la velocidad a la cual se acortan determina la longevidad de todas las especies estudiadas, tanto de mamíferos como de pájaros".

Si en los telómeros está la clave, una ayuda para mantenerlos en el caso de los seres humanos son los hábitos de vida saludables. "Todos estos factores ambientales pueden afectar a los telómeros, y quizás sea igual en especies silvestres".

El estudio podría ser clave para conseguir frenar el envejecimiento, tal y como ha explicado Blasco: "Los ratones acortan sus telómeros 1.000 veces más rápido que los humanos. Hace unos años conseguimos que los ratones mantuvieran los telómeros largos durante más tiempo potenciando una encima que se llama telomerasa y conseguimos alargar su vida un 40%".

"Seguramente así haya actuado la evolución, regulando la velocidad del acortamiento telomérico", ha explicado la científica, que ha añadido que es algo heredado, aunque con matices: "Heredamos los telómeros de los padres, pero cuando hay un embrión se activa la telomerasa, capaz de alargar los telómeros, y ahí se resetean los telómeros del nuevo individuo. Casi da igual cuál es la longitud de los padres porque el nuevo individuo tiene un nuevo mecanismo para alargar los telómeros".

El estudio se ha realizado en numerosas especies, pero aún queda por descubrir si estamos ante un patrón universal: "Hemos medido los telómeros de muchas especies, pero hay otras muchas y muy interesantes que nos gustaría saber si encajan en este patrón universal", ha explicado Blasco, que ha concluido que "ese es el siguiente paso" que la ciencia quiere dar.