Muchos acostumbran a reutilizar las mascarillas durante varios días, y más sí solo se utilizan durante pequeños momentos. Sin embargo, los expertos insisten en que las mascarillas no reutilizables tienen un único uso: cuatro horas seguidas.

Y es que es inevitable que en el tejido se generen hongos y bacterias si las utilizamos más tiempo del recomendado. La química y divulgadora científica Deborah García Belloe, explica en MVT que se trata de microorganismos que en nuestra piel y en nuestra saliva están equilibrados, pero fuera, por ejemplo en una mascarilla, rompen ese equilibrio, crecen y pueden llegar a provocar problemas en la piel.

La única manera de evitarlo es usando las mascarilla por un máximo de cuatro horas, que tienen que ser seguidas. Después de esas cuatro horas se deben tirar a la basura.

Además, la experta indica que estas horas "no son acumulables". Es decir, si la usas un día durante dos horas, no puedes usarla al día siguiente otras dos horas más.

García Bello explica que "en 24 horas ya tienes montada una colonia de bacterias" en la mascarilla, porque da tiempo a que proliferen y se reproduzcan los microorganismos. Por ello, el mensaje de la química es tajante: "Cada día hay que renovar la mascarilla sí o sí".

Las mascarillas no reutilizables no pueden lavarse ni desinfectarse

Además, la experta ha explicado mediante un experimento que las mascarillas no reutilizables no se pueden desinfectar.

El alcohol y el detergente, los productos que habitualmente acaban con las bacterias, destroza las mascarillas que no pueden lavarse, es decir, todas excepto las que cumplen con la normativa EU 0065.

Esto se debe a que las fibras que componen este tipo del mascarillas están enlazadas entre sí con enlaces químicos muy débiles que se rompen por acción de sustancias deshidrantes, como el alcohol, o con PH altos, como los del detergente.