El Gobierno de Giuseppe Conte ha decretado el cierre de escuelas y universidades como medida contra la expansión del coronavirus que ya ha dejado más de 3.000 pacientes afectados y 100 muertes relacionadas en Italia.

El país mediterráneo es el más afectado en Europa por el brote de COVID-19 que avanza por más de 70 países en todo el mundo, y las medidas para frenar su expansión no han tardado en llegar: prohibidos los besos, los abrazos y las aglomeraciones.

Una situación extrema para un país de carácter abierto. Así lo aseguran sus ciudadanos y, concretamente, la periodista italiana Alessia Scuratti, que ha afirmado en Más Vale Tarde que no recuerda que haya ocurrido nada parecido nunca.

"Todos esperamos que se pueda volver a la normalidad cuanto antes", ha aseverado la periodista, que ha asegurado que la situación es "bastante rara".

Scuratti, que trabaja como periodista deportiva en Milán, ha explicado que "todos los eventos deportivos se hacen a puerta cerrada, también para los periodistas", por lo que ahora se encuentran ejerciendo mediante teletrabajo.

A pesar de las estrictas medidas de contención, la periodista ha argumentado que los ciudadanos están "tratando de seguir lo que está diciendo el presidente del Gobierno". "Hay un poco menos de debate a nivel político, aunque hay oposición y partidos a los que no les gusta lo que está haciendo el Gobierno, pero queremos confiar en lo que dicen las autoridades", ha explicado.

Así, ha añadido: "Aunque parezca que a veces hacen cosas que no tienen sentido para nosotros, están siguiendo lo que les dicen las autoridades sanitarias". "Hay que tener confianza, hacer lo que dicen las autoridades, aunque no nos guste", ha zanjado la periodista.