La joven que sufrió los disparos de una pistola taser de los Mossos d'Esqueadra ha asegurado que en el vídeo difundido no podía estarse quieta "no porque estuviera nerviosa", sino porque sentía que sus venas "se estaban quemando por dentro": "Fue desesperante".

Los hechos ocurrieron el pasado miércoles, a las puertas de un centro médico de Sabadell, cuando dos agentes de los Mossos d'Esquadra fueron requeridos porque una joven estaba alterada. Según la versión de la agredida, había tenido una discusión con su psiquiatra y tenía que volver a entrar a por una receta.

"Hay vídeos de todo lo que pasó fuera, pero como la gente estaba grabando, me metieron dentro, cerraron el ambulatorio y la agresión continuó dentro", ha asegurado la joven, que tuvo que ser atendida por los servicios médicos, aunque fue detenida por atentado contra la autoridad.

"Es muy cruel. Yo me pregunto qué habría pasado si la persona a la que propinan los disparos tiene un problema de corazón", ha planteado.

Según los Mossos, la joven intentaba agredir a un sanitario y, una vez agotada la vía del diálogo, solo les quedó la opción de utilizar la pistola. Así, aseguran que los hechos fueron totalmente proporcionados.

El Síndic de Greuges, Rafael Ribó, ha abierto una investigación de oficio para determinar si los agentes que utilizaron una pistola eléctrica para reducir a una chica que se iba a visitar a un centro médico de Sabadell lo hicieron correctamente y siguiendo los protocolos establecidos.