Galicia ha decidido prohibir fumar en espacios públicos si no se garantiza la distancia de seguridad, con el objetivo de prevenir los contagios por coronavirus. Pero, ¿echar humo es realmente un gesto tan peligroso como para justificar esta medida?

"No lo sabemos, esa es la respuesta", ha afirmado Déborah García Bello en Más Vale Tarde. Según ha explicado, "es una cuestión de tamaño", ya que el virus tiene un tamaño de en torno a 0,1 micras y viaja en las gotitas que expulsamos, por ejemplo, al hablar.

Las más grandes, ha detallado, tienen un tamaño de entre 10-100 micras y "pueden albergar suficiente cantidad de virus como para contagiar a otras personas". Estas gotas tienen un alcance de hasta un metro y medio y de ahí la recomendación de mantener esa distancia de seguridad y, en su defecto, usar mascarilla.

Cada vez "hay más evidencia científica" que apunta a que el virus puede viajar en los aerosoles que se producen al fumar

No obstante, ha apuntado, "cada vez tenemos más evidencia científica de la formación de aerosoles" que son "mucho más pequeños que esas gotas", con un tamaño por debajo de las cinco micras. Estas partículas, ha precisado, se producen cuando gritamos, cantamos o incluso respiramos de forma agitada, pero también al fumar (ya sea tabaco convencional, cachimbas, vapeadores o cigarrillos electrónicos).

"La pregunta que no hemos resuelto desde el punto de vista científico es si esos aerosoles pueden contener virus y si la carga viral es suficiente como para contagiar a otra persona", ha señalado la química, que no obstante ha apostillado que "cada vez hay más evidencia científica que apunta a que sí", aunque persiste la controversia en el ámbito científico.

"No podemos decir si es posible que el humo favorezca el contagio pero tampoco podemos negarlo con rotundidad", ha resumido, apuntando que, en este sentido, la Xunta de Galicia "está aplicando el principio de precaución", aunque la evidencia científica que sustenta la medida "de momento es muy limitada".

Los riesgos al fumar: sin mascarilla y llevando un objeto a la boca

Sin embargo, según ha explicado la divulgadora científica, fumar puede suponer una fuente de contagio por otros motivos, más allá de los aerosoles que podamos producir al expulsar el humo. Y es que, al fumar, no llevamos puesta la mascarilla, como sí hacemos al hablar, gritar o silbar.

"No podemos fumar con mascarilla, esa es la gran diferencia entre todas estas situaciones en las que producimos aerosoles", ha indicado. "Cuando fumas estás sin mascarilla durante varios minutos con otras personas a tu alrededor con las que no estás respetando esa distancia de seguridad", ha apuntado.

Al fumar no llevamos la mascarilla y nos llevamos el cigarrillo a la boca, riesgos científicamente constatados

"Eso sí tenemos la certeza de que es un riesgo de contagio grande", ha remachado, indicando que, en este sentido, "la medida sí estaría respaldada por esta situación"

Por otra parte, ha advertido, cuando se fuma se tiende a manipular mucho la mascarilla y "existe un riesgo de contagio" por este motivo. Además, ha recordado, "una de las vías de contagio principales es la boca". Así, al llevarnos un objeto a la boca, como hacemos con el cigarrillo al fumar, "también hay un riesgo de contagio por ese gesto, y sobre esto también hay evidencia científica".