Con la variante ómicron del COVID-19, la carga viral se concentra más en la boca. Según los últimos estudios, esta variante se reproduce más rápido en la cavidad bucal que en los conductos nasofaríngeos. De hecho, la mayoría de los síntomas que se desarrollan tienen que ver con la garganta: tos, congestión nasal, dolor de garganta, estornudos o falta de apetito son algunos de los síntomas que más duran.

Por ello, puede ser una buena idea hacer los test de antígenos en la boca, mejor que hacerlo solo en la nariz. Para resolver las dudas, Más Vale Tarde ha contado con Deborah García Bello, química y divulgadora científica, quien ha explicado que lo mejor es hacer un test con muestras mixtas, tanto de la saliva como de la boca.

Para este tipo de pruebas servirían los test de antígenos que se venden en farmacias. Primero, se tomaría la muestra frotando en la parte blanda del paladar, al lado de la campanilla por ser ahí donde "más se concentran los virus". No se puede haber bebido ni fumado media hora antes. Después, habría que tomar la muestra en la nariz, como se viene haciendo hasta ahora.