La decisión de reducir la cuarentena de los positivos en COVID-19 a siete días cuenta con cierto escepticismo entre la comunidad científica, en parte porque avisan de que todavía no hay "evidencia" suficiente. También desde la OMS, en referencia a la reducción de los días de aislamiento para los infectados, han pedido "tener cuidado con los cambios de estrategias" y "no crear confusión" en los ciudadanos.

En Más Vale Tarde, Julián Ezquerra, secretario general de la asociación de médicos AMYTS, ha reconocido que esta es una tendencia que se impone ya en otros países, pero avisa: "Detrás de esta medida no hay un solo estudio científico que la avale".

"No ay evidencia científica, estamos en una situación puramente empírica", ha insistido. Plantea así que estamos en una situación con transmisión comunitaria tan alta, con una enfermedad altamente contagiosa que afecta a tanta población que "han tenido que tomar la decisión de compatibilizar la existencia de esta infección con la vida económica, con que el país sobreviva".

Recordando que la mortalidad y los ingresos hospitalarios ha disminuido, Ezquerra ha valorado que los políticos han decidido que "convivamos con esta infección como un catarro más". "Si es buena o mala medida lo veremos en unas semanas. Es una decisión de carácter muy político, muy económico y poco sanitario".

También Silvia Durán, médica de familia, ha defendido en el programa que esta es "una medida política para que la gente se ponga a trabajar y no esté en casa diez días". "