La sexta ola de la pandemia en España deja cifras récord de casos pero también está desatando un fenómeno ya se conoce como 'coronafobia': el pánico o miedo atroz a contagiarse de COVID-19.

¿Qué provoca esta fobia en quienes la padecen? En primer lugar, una tendencia al aislamiento, evitando relacionarse o las situaciones de aglomeraciones como las que se pueden producir en el transporte o las calles y centros comerciales.

Otra consecuencia es una tendencia a lavarse compulsivamente las manos y a realizarse continuos test de antígenos con la intención de tener cierta tranquilidad, que dura poco, porque al poco tiempo necesitan hacerse otro. Genera también somatización y creer que se está contagiado ante un ligero dolor de cabeza o picor de garganta.

Los afectados por coronafobia también pueden sobresaltarse o sufrir inquietud cuando alguien a su alrededor tose. Así, según explica la investigadora Arancha Duque, una tos que antes podía ser "un estímulo totalmente neutro" que no nos llamaría la atención, ahora se convierte en un estímulo relevante.

La opinión de un psicólogo

¿Es la coronofobia una patología real? Preguntado al respecto en Más Vale Tarde, el psicólogo José Antonio Galiani ha señalado que "cualquier cuestión que nos provoque un sufrimiento, ya sea por una obsesión mental, ya sea por las consecuencias emocionales, anímicas o psicosomáticas que se generen, puede convertirse en una psicopatología".

El experto señala que "la población española era un poquito neurótica" de por sí antes de la pandemia, que "lo que ha hecho es poner un grado mas en esta cuestión". "Se habla de psicopatología cuando se genera una interferencia significativa en la vida de las personas", apunta Galiani, que cree que "vamos camino de crear esta nueva fobia".

El director del Centro Psicosanitario Galiani señala asimismo que, en el contexto de la sexta ola, y ante el aumento de contagios, "la inquietud o el temor a contagiarse ha subido". "Esto hace que muchas veces las personas entren en una espiral de obsesividad de la cual a veces es un poco complicado salir", explica.

El especialista lanza un consejo a quienes experimentan ahora un malestar mayor por esta cuestión: "Lo que tienen que entender, básicamente, es que hay que aceptar un poco la realidad que estamos generando y evitar la infoxicación, es decir, la intoxicación por el exceso de información".

¿Cuándo hay que empezar a preocuparse? "Cuando interfiere en la vida de la persona, cuando esta situación me está condicionando en mi día a día y me está produciendo un sufrimiento extremo", resume Galiani, que advierte de que "esa manifestación continua de inquietud, de sobreexcitación, de alteración fisiológica, termina pasando factura a nivel anímico, a nivel psicosomático". Puedes ver todas sus recomendaciones en el vídeo que ilustra estas líneas.