Tras irse juerga y estar varios días sin acudir al trabajo, un hostelero decidió inventarse un secuestro para justificarse ante los jefes. Habría contado con la ayuda de dos policías, uno escolta del presidente del Tribunal Constitucional, a los que habría pagado 500 euros y 10 gramos de cocaína. Los agentes han sido suspendidos de empleo y sueldo y están acusados de cohecho y al presunto secuestrado se le va a imputar un delito de tráfico de drogas.

Más Vale Tarde analiza este caso con la autora de esta información, la periodista de ABC Adriana Cabezas, que en el vídeo sobre estas líneas explica que "lo que les habría prometido el empresario habría sido invitarles a una cena con servicio de prostitución incluida", si bien la investigación ha descubierto los pagos y la entrega de la droga.

Los policías habrían aparecido en el restaurante del hostelero con un coche oficial del Constitucional, sus placas y arma reglamentaria, y habrían escenificado el engaño. Cabezas apunta que "lo estuvieron planeando durante días" y que el empresario "les entregó días antes una mochila con documentación y pertenencias que, supuestamente, habrían sido robadas por esta supuesta organización" para que los agentes se la devolvieran delante del jefe y los empleados.