La "implosión catastrófica" que sufrió el submarino Titan y que acabó con la vida de las cinco personas que iban en su interior "no solo es un aplastamiento, es una desintegración". Así de claro ha sido Antonio Crucelaegui, director de la Escuela de Ingenieros Navales, que ha explicado en Más Vale Tarde lo que supone este fenómeno.

"No solo es un aplastamiento, es una desintegración. Queda todo destrozado. La caja negra se queda hecha un espagueti", afirma, explicando que todo lo que está dentro de la estructura resistente "desaparece".

"La implosión contrae todo, pero luego hay una liberación de energía descomunal en la que sale disparado todo lo que no se ha destrozado", agrega.